jueves, 5 de febrero de 2009

Su sueño es tener a Venezuela como el estado cubano.

El gobierno, como parte de su estrategia electoral, ha incrementado significativamente la represión. Esta se observa cuando grupos violentos afectos al oficialismo atacan, amenazan hasta se dan el tupe de realizar detenciones de ciudadanos, sin que ninguna institución del estado venezolano actué en consecuencia; tal es el caso del director de cultura de la Alcaldía Mayor quien fue retenido y llevado a las instalaciones de la prefectura de la Alcaldía que por cierto está tomada por elementos de los denominados colectivo la piedrita y luego detenido por la policía de Caracas por, supuestamente, alterar el orden público.

Cuando el Presidente de la República gira instrucciones a través de los medios de comunicación, para que estas hordas y los cuerpos represivos del estado arremetan en contra de las manifestaciones pacíficas de los estudiantes. Cuando el Presidente dice que si pierde el referendo habrá guerra. Cuando el Presidente, con el asesoramiento del G2 cubano, prefigura y conecta a la oposición democrática con factores externos. Cuando el gobierno retoma de manera claramente fascista, la lista Tascón por órdenes presidenciales. Cuando se arrecia la persecución y la amenaza en contra de los empleados públicos, no sólo nacionales, sino también de gobernaciones y alcaldías afectas al oficialismo.

Cuando se ataca y levantan expedientes en contra de medios de comunicación y de ciudadanos por el solo hecho de no estar de acuerdo con que, este señor se reelija de manera perpetúa. Estamos viendo, claramente, el modelo de estado que el actual presidente, el gobierno que lo acompaña y las instituciones sumisas del estado que le obedecen, aspiran consolidar en el mediano plazo, de obtener un triunfo el próximo 15 de febrero.

En contra de eso debemos estar todos los venezolanos que creemos en la democracia. El gobierno durante estos diez largos años, muy poco ha hecho por resolver los más graves problemas que padecen los venezolanos. La inseguridad ha llegado a tales niveles de violencia que, por las cosas más intrascendente se asesina a un ciudadano. Se nos avecina una crisis de pronóstico reservado y, ante eso, el gobierno y su presidente lo único que le preocupa es, cómo perpetuarse eternamente en el poder. No hay gobierno que responda a los más ingentes problemas de la gente. Se ofrece para el futuro un “paraíso”, destruyendo las bases económicas, productivas e institucionales del país. De allí sólo puede surgir la anarquía, la desunión entre hermanos y una creciente violencia estimulada y tolerada por el estado como medio de dominación para la mayoría del país que no cree en ese “paraíso”, pues la muestra en estos diez años ha sido el principal des estimulante del pueblo venezolano.

Ante toda esta situación y en puertas del referendo, todo venezolano que se considere demócrata, no importa si es chavista o no. Debe oponerse a esa reelección. Aquí no se trata de resolver la existencia de un movimiento político, tampoco se trata de que en el 2012 gane el chavismo o la oposición. Se trata de mantener limpia y sin obstáculos las principales arterias que mantienen el flujo democrático. El Presidente ha dibujado claramente lo que quiere como su estado ideal. Su sueño es tener a Venezuela como el estado cubano. Nuestra tarea es impedir que nuestra patria sea subyugada por un caudillo y un mandato único y eterno.